ARENAL – CAVERNET
SAUVIGNON
Arenal,
es un palabra con sinnúmero de referencias en Chile, que van desde parques en
Santiago de Chile,Talca, sitio en Maipú, en Angol, etc., hasta un lugar
arqueológico en la península de Arauco en el centro sur de Chile, misma donde se
encuentra evidencia directa del contacto precolombino
con gente de la Polinesia (fechada entre los años 1300-1420, encontrando
evidencia de aves de corral, que fueron
domesticados en algún lugar en el sudeste asiático hace unos 8.000 años, y cuyo
ADN resultó idéntica, al ADN recuperado del yacimiento
prehistórico Mele Havea en las islas de Tonga y Fatu-ma-Futi en el Pacífico, en
la Samoa Americana), por lo tanto el nombre de la banda tiene una fuerte
connotación a la identidad de los chilenos.
La
historia de esta banda chilena de la localidad de Valparaíso, ARENAL, tiene su inicio en Agosto de
1999 cuando Sandro Fernández (guitarra), Marcelo Ortiz (batería) y
Gustavo
Celedón (Bajo) dan vida a un proyecto musical que combina elementos del
rock y el folk, en el 2001, el grupo toma un receso de un par de años reapareciendo
con un nuevo músico en sus filas, cambiando al bajista Celedón, por Víctor
Ávila, así como la adición de los teclados en las manos de Daniel
Nanjarí, comenzando entonces a desarrollar un repertorio más cercano al
rock progresivo.
Posteriormente Ortiz
es reemplazado por el baterista Marcelo Zamora. Con esta formación
se graba el álbum debut “A Tres Cuadras Del Mar'' en 2003. Durante
un período de silencio, la banda experimenta la inestabilidad que hemos
señalado en otras oportunidades y que caracteriza en general el derrotero de
las bandas en Latinoamérica, se siguen presentando algunos cambios en la
formación, a Fernández y Nanjari ahora se les unieron el bajista Matías
Ittura y el baterista Raúl Vallejos llegando a una
formación estable que les permitiría grabar su segundo álbum alrededor de 2009 ''Cabernet
Sauvignon'' el cual es lanzado al público en el 2011 por Mylodon Records. Después de la
publicación de dicho trabajo, la formación del grupo fue sacudida nuevamente
con el ingreso de Diego Vega y Rodrigo Araya quienes reemplazan a Ittura y Vallejos respectivamente.
A los Arenal no les
molestan las etiquetas que tanto disgustan a algunos grupos. Se reconocen
progresivos, pero más bien se asocian a ese movimiento de música experimental,
alternativa o de vanguardia que parece prosperar tan bien en Valparaíso.
"Ser o no progresivo es una forma de ver la música
no más; aquí en Valparaíso se da una tendencia hacia la música más de avanzada,
donde cabe el progresismo también, pero los grupos que nacen y hacen historia
acá no son poperos, sino que van más por la vanguardia, lo experimental. Más
que un movimiento progresivo, la música rock en Valparaíso se mueve hacia esos
espacios. Ahora, las etiquetas estás bien, no nos molesta lo de rock
progresivo, pero en cierta forma vamos hacia la música de avanzada", señala Sandro
Fernández.
A despecho de lo que
se pueda intuir a través de su espaciada producción fonográfica, Arenal ha
desarrollado diferentes presentaciones y se ha involucrado en proyectos como el
homenaje a CONGRESO y el tributo a VIOLETA PARRA organizado por el Consejo de
la Cultura. El grupo define su sonido bajo influencias polivalentes que
provienen de la tradición progresiva sinfónica (YES, CAMEL, UK), el jazz-prog
(COLOSSEUM II) y estándares contemporáneos de retro-prog y jazz-rock
prog-metalizado (KARMACANIC, PLANET X, LTE). Podemos advertir confluencias
estilísticas con otras bandas sudamericanas de reciente presencia en el
imaginario progresivo como PRISMA-X, MATRAZ, RETSAM SURIV y URANIAN, derivando
en algo que podría definirse como neo-fusión o incluso fusión moderna, logrando
una forma principalmente instrumental y muy sinfónica en todas sus partes.
CABERNET SAUVIGNON
En este disco
destacan las frutas negras y frescas
obteniéndose un
sonido de gran cuerpo y estructura,
que entregan a tus
oídos una sensación
única de identidad y
pertenencia-
Ideal para acompañar
con carnes y pastas.
Los Temas:
1.
Ditirambo
(8.29)
2.
Sueños
De Una Canción (5.27)
3.
Viaje
A La Otra Costa (5.06)
4.
Soliloquium
(3.59)
5.
Vientos
De Vino Y Cueca (3:28)
6.
Vitis
Vinícola (3.59)
7.
Vendimia
(5.31)
8.
Cabernet Sauvignon (2.06)
Los
Músicos:
–
Daniel Nanjari: sintetizadores
–
Sandro Fernández: guitarras
–
Matías Iturra: bajo
–
Raúl Vallejos: batería
*
Invitados:
–
Jorge Lobos (trompeta)
Lamentable, el arte
de escribir buena música ha desaparecido del escenario general del Rock, sin
embargo, la música de esta banda es buena en todo, aunque el sonido podría
haber sido mucho mejor, este segundo trabajo de la banda contiene gran energía,
alto contenido del rock progresivo
sinfónico con toques de fusión, buenos pasajes instrumentales, aparte de la voz
en español en una canción. Su guitarrista y teclista son los responsables de
las composiciones, pero para los estándares del progresivo de hoy, donde los
verdaderos teclistas son un bien escaso, en Arenal, su motor se encuentra allí.
“La idea partió en torno a una botella de vino tinto. Un
cabernet sauvignon, para ser más precisos. Allí, alrededor de este brebaje que
forma parte de la idiosincrasia nacional Chilena, los Arenal concibieron el
título del que sería su segundo disco, una "obra conceptual”, inspirada en
el vino, que está bien presente en la chilenidad", explica Sandro
Fernández, guitarrista y miembro fundador del grupo.
Con el exquisito
ruido de un vino vertiéndose sobre una copa se abre la puerta a ‘Ditirambo’,
tema que expresa una sensibilidad lírica bien armada, sostenida alternadamente
por una muscularidad contundente y un swing sofisticado, además de un
interesante interludio lento dispuesto para crear una suerte de expectativa. La
complejidad es evidente pero no arrolladora, pues la banda se focaliza
inteligentemente en los armados melódicos de cada pieza en cuestión. ‘Sueños
De Una Canción’ porta una ambientación más flotante, con un mayor
protagonismo del teclado, el cual alterna preciosismos sinfónicos Wakemanianos
y coloridos cálidos a lo Camel a la hora de dirigir el desarrollo
temático y las cadencias rítmicas de la pieza.
Para ‘Viaje
A La Otra Costa’, el grupo retoma la polenta fastuosa que se impuso en
el primer tema y lo traslada por senderos de magnificencia contemplativa,
ocasionalmente complementados con robustos interludios extrovertidos: la coda
es exitosa a la hora de aportar un cierre épico al asunto.
‘Soliloquium’ es una pieza
diseñada para el lucimiento de las guitarras acústica y eléctrica: se trata
efectivamente de un elegante soliloquio arropado bajo cósmicas capas de
teclado. Tras este ejercicio de exploraciones introspectivas, llega la
secuencia de ‘Vientos De Vino y Cueca’ y ‘Vitis Vinífera’ para devolvernos
los colores del mundo: el primero de estos temas organiza su estructura rítmica
en torno a la cueca, pero escapando a los estándares habituales de la fusión
mediante la aportación de una dinámica sinfónica en su arreglos decisivo; el
segundo, por su parte, retoma la fastuosidad de los temas 1ro y 3ro con una
bien armada soltura.
‘Vendimia’ tiene un
lirismo que nos puede hacer recordar a ‘Sueños
De Una Canción’, pero esta vez es la guitarra acústica quien define el
desarrollo de la base melódica y armónica de la composición. Poco antes de
llegar a la barrera del cuarto minuto, se intensifica un poco la atmósfera por
un momento con el fin de armar un interludio en camino hacia el reprise final
del primer motivo. El último tema, que es el que precisamente da título al
disco, es una pieza de piano solo, cargada de aires criollos y con algunos
tufillos Wakemanianos por allí: un cierre intimista tras todo el despliegue de
colorido que ha dominado la mayor parte del repertorio del disco.
Vientos de Vino y Cueca
En la noche roja la
uva siembra sentencias
Baco de satanatos va
embriagando su alma
De noche por el
Puerto por la bohemia
La muerte con el vino
van cabalgando miseria
Baco, cortando
cuerpos la parka cortando vidas
A filo de guadanha
Matando y riendo
Van abriendo botellas
guifayayai
A su rojo labial
tinto llaman
Ella seduce a presas
sobre su mesa que es cama
Sobre su esquina ay
si todos comulgan
Bebiendo sangre
mordiendo carne pagan y aúllan
Ella besa la copa
dejando al vino las riendas
En su entrepierna
brilla
Su roja ofrenda
Virgen borracha y
loca
Texto: Christian Belmar
En un espacio menor
de 40 minutos, ARENAL ha logrado plasmar un sólido repertorio donde enmarcar su
propia apuesta progresiva, una apuesta que cuenta con suficientes dosis de
vigor y musicalidad como para suponer una genuina vía de revitalización para el
rock progresivo de nuestros días. Con “Cabernet
Sauvignon”, disfrutamos de un brindis musical de una cosecha progresiva no
tiene pierde.
De hecho, el
guitarrista reconoce que en este disco, hay algunas innovaciones con respecto a
las claves propias del rock progresivo: hay una dosis de improvisación, y
también, algunos guiños al jazz rock
Fuentes:
portalesquizofrenia.com
frogtoon.com
progarchives
autopoetican.blogspot.com
estrellavalpo.cl
archaeology.about.com
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